viernes, 15 de abril de 2011

Bosques de Costa Rica

Bosque Tropical Seco

Bosque Tropical Seco


Dentro del mosaico de bosque tropicales del país existe uno que sobresale por sus características particulares, el bosque tropical seco que antes abarcaba toda la costa oeste de América Latina y ahora solo se puede encontrar en pequeños segmentos distribuidos en la costa pacífica de Costa Rica. Lo que ha marcado a este bosque como una prioridad en términos de conservación a nivel mundial.
El bosque tropical seco está lleno de contrastes, durante seis meses al año la estación seca del país permite que los árboles cambien sus hojas por flores formando un arco iris natural en la copa de sus árboles. Luego la estación lluviosa da paso a la vida al nacer nuevas hojas que permiten ver un bosque verde y con características similares a las de otros bosque húmedos.
Pero la riqueza de los bosques secos de Costa Rica no se limita solo a su flora, también aves, mamíferos, reptiles e insectos forman parte de él. Entre las especies más comunes se pueden mencionar: Mono aullador, venado cola blanca, ardillas, coyotes, buhos, carpinteros, trogones, soterrey, gavilanes, garrobos, tortugas de tierras, chirraras, mariposas y hormigas. Solo por citar algunas de las muchas especies que se pueden encontrar.
El bosque tropical seco de Costa Rica es de una riqueza invaluable, de ahí la importancia de su protección y el privilegio que aún tienen algunos lugares de la costa pacífica de rodearse de tanta abundacia natural.




Bosque de Manglar

Bosque de Manglar


El manglar o Bosque de Manglar es la culminación de una sucesión ecológica en que dos ambientes físicos (marino y terrestre) interactúan con sus elementos bióticos (con vida) y abióticos (sin vida) logrando un equilibrio entre sus componentes.
Algunas costas tropicales están ocupadas por mangle y especies con plantas y árboles o arbustos de gran tolerancia a la salinidad y sustratos inundados cíclicamente. El mangle rojo Rhizophora mangle y el mangle téPelliciera rhizophorae crece en nuestras costas sobre fondos marinos de poca profundidad; el primero se adhiere fuertemente al sustrato sumergido por medio de sus numerosas raíces adventicias o zancudas que se ramifican, el segundo tiene gambas que forman una gran base. Alrededor de éstas se acumulan materiales de diversa naturaleza: restos orgánicos, lodo, arena, que paulatinamente va elevando el fondo, disminuyendo así la profundidad.
Alcanzada esta etapa se instala sobre estos fondos, que casi emergen, el mangle negro Avicennia germinans, que emite una gran cantidad de neumatóforos (raíces respiratorias), entre las que acumulan: arena, hojas, otros restos orgánicos, que traen como resultado una mayor elevación del fondo hasta llegar a la superficie; en esta etapa se deseca el terreno y se mantiene firme, lo cual promueve la invasión de otras plantas como el mangle blanco Laguncularia racemosa quien al igual que el mangle negro tiene neumatóforos pero no emergen tanto de la tierra, y el último mangle conocido en Costa Rica Conocarpus erecta o mangle botoncillo. Esta es una forma natural de ganar terreno al mar, pero en el transcurso del tiempo que sucede toda esta sucesión; las raíces del mangle son un hábitat marino importante y poco común, las esponjas marinas, las ostiones, los corales, algas y otros organismos dependen de las raíces del mangle rojo una vez esta comunidad de invertebrados se establecen otras formas de vida más móviles como cangrejos, langostas, camarones y peces se suman a este importante ecosistema. El Bosque de Manglar es un inmenso criadero de especies marinas en sus primeras etapas, además de un nicho importante para especies adultas.
En la Costa Pacífica de Costa Rica se pueden ver el mangle rojo, el mangle té, los mangles negros, y el mangle blanco y raramente el mangle botoncillo. En la Costa Atlántica no existe el mangle té. En ambas costas a veces se ven dentro del Bosque de Manglar helechos, orquídeas y bromelias epífitas en los propios árboles de mangle.
La destrucción de los manglares en Costa Rica se debe principalmente a proyectos turísticos en las playas o por el desarrollo de la agricultura lo que siempre cambia la naturaleza del ecosistema marino circundante.




Bosque Nuboso

Bosque Nuboso


Los bosques ubicados en las partes más altas de las montañas de Costa Rica y en algunos de los volcanes, están por lo general cubiertos por una delgada capa de nubes y bañados por una ligera llovizna. Algas, musgos y líquenes asemejan una fina y suave alfombra al pisar las mojadas superficies de este tipo de bosque y proveen el lugar perfecto para que las orquídeas, bromelias, helechos y otras inumerables plantas puedan crecer. Es por eso que este mundo de epífitas es bastante prolífero en el bosque nuboso y encontrar espacios de campo abierto es casi imposible.
Algunas veces las ásperas condiciones que imperan en este bosque, como los fuertes vientos y los suelos sobresaturados, causan que algunas especies encuentren gran dificultad para crecer, tal es el caso del bosque en la cordillera de Monteverde o las nudosas maderas de los árboles en las faldas del volcán Poás.
El bosque nuboso captura la imaginación hasta de los más distraídos. Emana un sentimiento de antigüedad, vida duradera y de paz. Sentarse cuidadosamente en algún punto alto de este bosque, le permitirá respirar el aire más puro del planeta, sentir la abundante brisa en su cara y observar el vuelo majestuoso del ave más impresionante de este paraíso: el Resplandeciente Quetzal, que es considerado por muchos el ave más bella del mundo.






Bosque Tropical Lluvioso

Bosque Tropical Lluvioso


Comunidad vegetal
Predominantemente de árboles u otra vegetación leñosa, que ocupa una gran extensión de tierra. En su estado natural, el bosque permanece en unas condiciones autorregula-das durante un largo periodo de tiempo. El clima, el suelo y la topografía de la región determinan los árboles característicos del bosque. En su entorno local, los árboles dominantes están asociados con ciertas hierbas y arbustos. Tanto las plantas altas y grandes como la vegetación baja, que afecta a la composición del suelo, influyen en el tipo de vegetación que se da en el sotobosque. Alteraciones como los incendios forestales o la tala de árboles por parte de la industria maderera, pueden cambiar el tipo de bosque. Si no se dan estas circunstancias, el desarrollo ecológico puede llevar a la comunidad vegetal a su climax. En la actualidad, se están llevando a cabo programas para la conservación y usos forestales apropiados, con el fin de mantener y proteger determinados tipos de bosques.
Pluvisilva ecuatorial o Selva lluviosa ecuatorial
Bosque de la zona ecuatorial de la Tierra que se encuentra entre los 7° de latitud N y los 7° latitud S, en áreas en las que las precipitaciones son constantes y abundantes, con totales anuales que rondan los 2.000-4.000 mm, y altas temperaturas. Debido a estas características, la vegetación crece profusamente durante todo el año. En la pluvisilva ecuatorial hay más especies de plantas y animales que en el conjunto de los restantes ecosistemas del mundo. Alrededor del 70% de todas las especies vegetales de estos bosques son árboles. El piso superior lo constituyen especies solitarias de unos 60 m de altura. En el nivel inmediatamente inferior los árboles suelen formar una masa continua. Son abundantes las enredaderas leñosas o lianas, así como los epífitos (entre los que se cuentan las orquídeas, musgos y bromeliáceas), que crecen por encima de otras plantas. La luz que llega al suelo es poca y el lecho de hojas que se forma escaso. Los nutrientes que libera la descomposición de la materia orgánica son rápidamente absorbidos por los árboles. En las latitudes inmediatamente superiores (aproximadamente de los 7- a los 239 latitud N y S) se encuentra el bosque tropical propiamente dicho, que tiene las características propias del anterior en lo que a estructura de vegetación se refiere, pero que, debido a la latitud, tiene una mayor estacionalidad; periodos de lluvias prolongadas y abundantes se alternan con periodos de lluvias menos intensas y donde, además, la temperatura también es inferior, de ahí que sea un bosque menos rico en variedad y abundancia de especies vegetales.
Cuando se tala la selva con fines agrícolas, sus suelos sólo pueden producir unas pocas cosechas antes de volverse estériles. La selva está siendo talada en todo el mundo a un ritmo creciente, debido a la explotación maderera y a las necesidades agrícolas de poblaciones en continuo crecimiento. Esta deforestación masiva está provocando el mayor proceso de extinción de animales y plantas que se haya dado nunca en la Tierra. También está produciendo el incremento del nivel de dióxido de carbono en la atmósfera. El resultado es un calentamiento global, provocado por la combustión o descomposición de los árboles caídos y la desaparición de las especies vegetales de la selva que consumen dióxido de carbono durante la fotosíntesis.
Costa Rica es un país que por su variedad de climas, por lo diverso de su topografía y siendo un corredor entre dos grandes masas continentales ha "coleccionado" gran variedad de especies de flora y de fauna al pasar de los siglos.
Formamos parte del cinturón ecuatorial pluvioso y nuestra selva lluviosa ocupaba un 45,4% de nuestro territorio, aproximadamente 23,199 Km2. Las características climáticas de los bosques que hoy aún quedan esta dada principalmente por la inclinación de los rayos solares que es mínima y constante. Esto provoca una gran evaporación y humedad del aire. El elemento cotidiano más importante son los intensos aguaceros, lo que provocan en nuestro país precipitaciones anuales hasta de 8.000 mm.
Un exuberante bosque siempre verde con numerosas palmas con árboles hasta de 44 metros, raíces con grandes gambas que se desplazan entre un cerrado sotobosque de penumbras y de rayos de sol filtrados entre el denso follaje, es el paisaje de este bosque.
Insectos, aves, reptiles, anfibios, peces y mamíferos en un intricado juego de interelaciones, en donde todos tienen un papel protagonice; las hohas que caen al suelo para que los hongos y bacterias renueven el suelo. El agua de ríos y riachuelos, charcos entre las hojas podridas y altas temperaturas son los actores de este frágil equilibrio natural. Lo que la naturaleza construye en miles de años el ser humano lo puede destrozar en minutos.
En Costa Rica se encuentran zonas con estas características en las llanuras de Sarapiquí y de Tortuguero en el Noreste y en la Península de Osa, se encuentran en la vertiente Atlántica, en la Cordillera de Talamanca, Central y de Tilarán. En el Pacífico se encuentra en franjas angostas en la Cordillera Costeña que separa el Valle General y la costa de Pacífico. Muchas de estas tierras han sido utilizadas para la siembra del banano, palma, arroz, pina y para la ganadería extensiva.
Muchos de los árboles maderables que se explotan diariamente pertenecen a este tipo de bosque entre los más importantes están: espavel, almendro de montaña, ron ron, ojoche, cedro maría, cedro amargo, laurel, madero negro, javillo, níspero, gavilán y guayacán entre otros.
Entre la fauna más importante están: la danta, el jaguar, el saíno o chancho de monte, el puma, pizote, cabro de monte, gran cantidad de aves como tucanes, lapas y muchos otros, además de insectos, reptiles como caimanes, lagartijas, culebras y gran cantidad de anfibios y peces.